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Pequeños grandes artistas y restauradores

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En el mes de mayo, docenas de chicos participaron de la actividad sobre pigmentos y colores que el Instituto de Investigaciones sobre el Patrimonio Cultural (TAREA-IIPC) de la UNSAM ofreció en el Centro Cultural de la Ciencia (C3) en el marco del ciclo Mineralia. Vivimos Rodeados de Minerales.

Por Gaspar Grieco | Fotos: Pablo Carrera Oser

El último domingo de mayo, una docena de chicos ingresó en el laboratorio del cuarto piso del C3 para encontrarse con cuatro bioquímicos de la UNSAM manchados de todos los colores. Allí también los esperaba una mesada de mármol cubierta de polvos, huevos, envases con agua, crayones y acrílicos. “¿Quiénes son? ¿Qué es este lugar?”, preguntaban los visitantes, que fueron acompañados por sus padres.

“Somos restauradores de un instituto que se llama TAREA y trabajamos arreglando obras de arte, como pinturas, por ejemplo”, explicó Fernando Marte, investigador del TAREA-IIPC, quien a lo largo de la actividad contó de dónde se extraen los pigmentos para fabricar colores y cómo se realiza ese proceso.

“Los colores los usamos desde hace miles de años y se extraen de los minerales, las plantas y los bichitos”, detalló el experto. “Los minerales crisocola, azulita, lapislázuli y malaquita, entre otros, se utilizan para generar el azul, el rojo, el amarillo, el negro y el blanco. Luego, el polvo coloreado se mezcla con diferentes sustancias para adherirlo a la superficie que se quiere pintar”, amplió ante un público boquiabierto.

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A su vez, la restauradora y docente del TAREA-IIPC Ana Morales contó que “una de las técnicas más antiguas es mezclar el polvo de color con claras y yemas de huevo” e invitó a los chicos a reproducirla. De inmediato, los pequeños artistas armaron sus paletas de colores y, mientras que algunos eligieron crear sus propias pinturas, otros restauraron reproducciones de célebres obras de arte como verdaderos expertos.

“La idea es que conozcan lo que hacemos en la Universidad. A los chicos se los ve entusiasmadísimos; es una experiencia muy linda. Quizá en el futuro la recuerden y puedan encontrar su vocación”, comentó Morales mientras un grupo de pequeños artistas delineaba sus manos sobre papel madera.

Por su parte, Carlos Gómez —alumno de la Licenciatura en Conservación y Restauración del Patrimonio Cultural— destacó: “Cada domingo de mayo, hubo chicos que trabajaron mucho y muy bien. Se coparon con el tema de armar sus pigmentos y también con la posibilidad de hacer y reparar obras”.

Al cierre de la actividad, los chicos se llevaron las obras que ellos mismos restauraron y sus coloridas creaciones.

Nota actualizada el 30 de mayo de 2017

4 comentarios

  1. Pablo dice:

    Muy buena iniciativa para crear el semillero de futuros restauradores y conservadores el maestro Marte un genio . Una pregunta hay posibilidades de cursos de conservación a distancia?

  2. Maria dice:

    Me hubiera gustado participar, deberían dar mayor difusión a estas actividades son interesantes para compartir y aprender.

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