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Beatriz García sobre Trappist-1: “Es un descubrimiento interesante, pero no revolucionario”

La NASA descubrió una estrella alrededor de la que orbitan siete planetas similares a la Tierra. Tras conocerse la noticia —difundida en conferencia de prensa y publicada en la revista científica Nature—, el mundo celebró el hallazgo. La vicedecana del Instituto de Tecnologías en Detección de Astropartículas (UNSAM/CNEA) destaca la importancia del descubrimiento, pero se muestra cauta.

Por Gaspar Grieco

Trappist-1 es el nombre de la estrella enana alrededor de la que orbitan siete exoplanetas rocosos parecidos a la Tierra. Este cuerpo celeste que ilumina a 39 años luz de distancia presenta una baja temperatura —alrededor de 4000 grados Celsius (el sol tiene 6000)— y los planetas que giran sobre su eje lo hacen a una distancia cercana. Esa característica favorece, en tres de ellos, la existencia de zonas de habitabilidad.

La vicedecana del ITeDA, Beatriz García, explica que “la zona de habitabilidad está definida como la región en donde el agua puede presentarse en los tres estados, siendo el líquido el que más interesaría dado que, en ese medio, podría existir vida”. Sin embargo, la astrónoma se muestra cauta al respecto: “Al parecer, hay tres planetas dentro de la zona de habitabilidad. Eso no es algo extraño, de hecho nuestro sistema solar tiene tres planetas en la zona de habitabilidad: Venus, la Tierra y Marte. El descubrimiento es una noticia interesante, pero no es revolucionario”.

García reafirma su postura al argumentar que “ya se han descubierto miles de sistemas exoplanetarios con planetas de tipo terrestre y, seguramente, haya miles de millones en nuestra galaxia”. Asimismo, la investigadora advierte: “Nadie dijo que en esos planetas haya vida y ni siquiera están seguros de que haya agua”.

Los investigadores observaron el nuevo sistema exoplanetario por medio de telescopios ubicados en el desierto de Atacama, Marruecos, Hawái, Liverpool, La Palma, España y el observatorio espacial Spitzer de la NASA. Pero eso no es todo, también lograron deducir que los siete planetas tardan entre un día y medio y trece días en dar la vuelta completa a la estrella Trappist-1.

Los científicos a cargo del descubrimiento realizarán futuras observaciones con el telescopio espacial James Webb —que será lanzado en 2018 y reemplazará al Hubble— y harán estudios de espectroscopía para detectar la presencia de agua y atmósfera.

“Con seguridad, en un futuro vamos a descubrir muchos otros sistemas del mismo tipo. Se trata de observar con cuidado y observar más. La NASA lo promociona de esta manera para crear expectativas, pero estamos muy lejos de determinar si esos planetas albergan vida”, concluye García.

Nota actualizada el 2 de marzo de 2017

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