Instituto de Investigación e Ingeniería Ambiental

“Experiencias en recuperación de la biodiversidad marina en el Mediterráneo”

El Instituto de Investigación e Ingeniería Ambiental invita a participar de la charla a cargo de la doctora española Francisca Giménez-Casalduero, que se llevará a cabo el viernes 19 de junio a las 15 en el 3er Piso del edificio 3iA del Campus Miguelete. Esta actividad se desarrolla en el marco del Ciclo de Conferencias 2015, cuyo objetivo es difundir los estudios sobre las ciencias ambientales y temáticas asociadas, hacia la comunidad del instituto, en particular, y la comunidad científica, en general.

La doctora Francisca Giménez-Casalduero tiene una amplia experiencia en la investigación y gestión de las zonas marinas y costeras, contaminación marina y los efectos de las actividades humanas sobre los sistemas biológicos. Realiza trabajos en taxonomía y autoecología de invertebrados marinos y participa en todas las fases de planificación, ejecución y gestión de las Áreas Marinas Protegidas.

La visita se enmarca en el PPI (Programa propio para el fomento de las Relaciones Internacionales) de la Universidad de Alicante (UA). El objetivo de este programa es apoyar la movilidad internacional del profesorado y favorecer las relaciones de la UA con otros centros vinculados a la docencia, a la investigación y en general, a actividades relacionadas con el ámbito académico.

Este seminario se dictará también en la Maestría en Gestión Ambiental, junto a la doctora Claudia Muniain, bajo las temáticas: “Herramientas para la planificación en el medio marino” y “Experiencias en recuperación de la biodiversidad bentónica marina en el Mar Mediterráneo”.

FRANCISCA GIMENEZ CASALDUEROGiménez-Casalduero posee más de 25 años de experiencia en el estudio del medio marino, es licenciada en Ciencias Biológicas (1989) y doctora en Biología (1997) por la Universidad de Murcia. Durante ese período recibió diversas becas y ayudas de formación de concurso público. Realizó estancias en diferentes centros de investigación en Southampton (Reino Unido), Nápoles y Sicilia (Italia) y en Guam (EEUU). En cuanto a su experiencia profesional, iniciada en Educación ambiental, fue socia cofundadora de una consultora especializada en medio marino, luego contratada como asistente técnica en la Dirección General de Medio Natural, Consejería de Agricultura, Agua y Medio Ambiente de la Región de Murcia, puesto que compaginó con la plaza de profesora asociada en el Departamento de Ciencias del Mar y Biología Aplicada de la Universidad de Alicante desde 1999. En el año 2004 consiguió la plaza de Contratada Doctor y desde 2010 es profesora titular de Universidad. Vicedecana de Ciencias del Mar de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Alicante (periodo 2010-2013) y directora en 2012 del Centro de Investigaciones Marinas (CIMAR) de la misma institución. A lo largo de estos años ha participado como experta en diferentes comités nacionales e internacionales para el asesoramiento en el medio marino.

Ha sido tutora y directora de numerosos proyectos de postgrado, tesinas y trabajos finales de carrera para la obtención del DEA. Ha dirigido dos Tesis Doctorales defendidas el año 2011 con el calificativo de apto cum laude. Durante sus años como investigadora ha colaborado en más de 87 proyectos públicos y privados, en los que ha tenido la oportunidad de realizar campañas y trabajos en diferentes zonas geográficas. Fruto de su trabajo como investigadora, posee más de 41 artículos en revistas científicas internacionales, más de 38 capítulos de libro y más de 85 contribuciones a congresos.

Actualmente sus principales líneas de investigación se centran en la evaluación de las comunidades del bentos, ecología del paisaje, respuesta a la calidad del agua y efectos de las presiones antrópicas en las comunidades y poblaciones marinas.

Resumen

Existen numerosos factores que pueden provocar alteraciones en los ecosistemas. Entre los generados por presiones antrópicas podemos agruparlos en 5 categorías: i) Sobreexplotación de los recursos vivos e inanimados; ii) Descargas de grandes cantidades de radiación y de sustancias orgánicas e inorgánicas al agua, la tierra o el aire; iii) Reestructuración física del entorno; iv) Introducción, accidental o intencionada, de especies exóticas y v) Eventos naturales de naturaleza catastrófica. El estado de la comunidad varía al variar las condiciones ambientales.

La resiliencia es la capacidad de la comunidad para absorber perturbaciones, sin alterar significativamente sus características de estructura y funcionalidad; pudiendo regresar a su estado original una vez que la perturbación ha terminado. Por regla empírica general, se ha observado que las comunidades o los ecosistemas más complejos -que poseen mayor número de interacciones entre sus partes- suelen poseer resiliencias mayores, ya que existe una mayor cantidad de mecanismos autorreguladores. Sin embargo existen ecosistemas que no son capaces de recuperar su estado previo a la perturbación. El conocimiento de todos los procesos que ocurren en el ecosistema, su capacidad de resiliencia y las relaciones causa-efecto a partir de las presiones antrópicas nos permite actuar para facilitar la recuperación o la no perturbación de los ecosistemas.

De esta forma siguiendo el esquema DPSIR podemos identificar los diferentes niveles de acción a la hora de plantear acciones de protección/restauración o recuperación de los ecosistemas. Algunos ejemplos como los arrecifes artificiales que impiden el arrastre sobre praderas de fanerógamas marinas o la aplicación de tratamientos terciarios en aguas residuales estarían actuando sobre la propia presión antrópica, mientras que la planificación y ordenación previa a la selección del lugar idóneo para ubicar una planta desaladora y su vertido de salmuera es a nivel de fuerza motriz.

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Nota actualizada el 15 de junio de 2015

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