Simposio Juventud

Secretaría General Académica

Los jóvenes, los más vulnerables

El secretario académico de la UNSAM Alexandre Roig y el profesor Guillermo Pérez Sosto participaron de la segunda jornada del encuentro internacional organizado por la Cátedra UNESCO en el Congreso de la Nación. Junto a otros seis especialistas, expusieron en el panel “Juventud y Territorio”, en el que se debatió sobre la necesidad de dirigir políticas públicas hacia este sector, el más vulnerable a la pobreza, el desempleo y la precariedad.

Juventud y Territorio fue el tercer panel del Seminario Internacional La cuestión social de los jóvenes: Contexto, problemática y políticas, que se desarrolla en Buenos Aires del 17 al 19 de octubre organizado por la UNSAM, el Instituto Di Tella (ITDT) y el Círculo de Legisladores de la Nación, en el marco de la Cátedra UNESCO sobre las manifestaciones actuales de la cuestión social.

La cita fue en la Biblioteca del Congreso de la Nación y reunió a ocho especialistas que expusieron a lo largo de cuatro horas sobre las variables y los temas que determinan la situación actual de los jóvenes: pobreza, desempleo, educación, marginación, discriminación y delito fueron los principales ejes de la jornada.

La apertura del foro –el cuarto de los seis que comprende el Seminario- estuvo a cargo de Guillermo Pérez Sosto, coordinador general de la Cátedra UNESCO y profesor de la UNSAM, quien presentó las cifras de la vulnerabilidad juvenil en la Argentina: 332.000 jóvenes desempleados que además abandonaron sus estudios; 1 millón con empleo precario que también abandonaros sus estudios, y 955.000 que no estudian, no trabajan, ni buscan trabajo. “En total, tenemos que sobre una población de 6.477.000 jóvenes, hay 2.314.000 precarios, desocupados o directamente excluidos. Esta cifra significa un 35.7 % del total que, pasada al conurbano, representa más del 40 % de nuestros jóvenes, sin contar a aquellos que hoy estudian pero que cuando consigan un trabajo precario o changa también van a dejar de hacerlo y engrosarán estas filas”.

El especialista explicó que a consecuencia de esta situación se percibe una sociedad dual: “Que separa entre integrados y desafiliados, donde los incluidos viven en el mundo de la palabra, la ciudadanía y la participación, y los excluidos en el de la precariedad, la exclusión, la violencia y la represión”. Sobre la territorialidad, señaló que esta crece a medida que se va hacia abajo: en los sectores medios y altos, hay más desplazamiento, posibilidad de salida, hiperconexión y globalización; en los más pobres, el ámbito acotado del barrio e incluso el de la casa, se convierten en la totalidad del territorio. Por último destacó que la exclusión es percibida por estos sectores, que la ven como “discriminación”. “Hay autoconciencia de la exclusión, pero semantizada como discriminación. Esta es la forma de violencia social que más registran. Y la desesperanza que sienten sobre las posibilidades de futuro, la negación de oportunidades, ese desasosiego que sienten, suele convocar lógicas del resentimiento”.

La problemática de la exclusión de los jóvenes no es sólo patrimonio de América Latina. Así lo dijo Michel Kokoreff, sociólogo francés y profesor de París 8, que vino a Buenos Aires especialmente para participar del Seminario. “En Francia la cuestión social también es un problema y una deuda”, dijo. Y presentó las cifras de desempleo de algunos países europeos: en España llega al 53 %, en Grecia al 54 %, en Italia y Portugal al 35%. “De alguna manera con esto vemos que los países ricos no están tan bien como parece. Porque los jóvenes son la variable de ajuste en este sistema capitalista: los primeros a los que se echa, los peor pagos y también los de condiciones más precarias”, dijo el especialista, autor de reconocidos libros como La fuerza de los barrios. De la delincuencia al compromiso y Sociología de las revueltas. También presentó la situación de exclusión y vulnerabilidad en la que se encuentran los jóvenes pobres de Francia, que además sufren discriminación religiosa, social y política, ya que en su mayoría son árabes y negros.

“El desempleo es central. Es lo que hace crecer la incertidumbre en las clases medias y la desesperanza en las pobres. Pero es sólo la punta del iceberg de la precariedad y la pobreza, que ha pasado de alcanzar a 921 millones de personas en 2001 y en 2005 llegó a un billón”, cerró Kokoreff.

El Secretario Académico de la UNSAM, Alexandre Roig, presentó la investigación La deuda faltante: jóvenes, territorio y futuro. “La paradoja de la Argentina actual es que al mismo tiempo en que la juventud se establece como sujeto político se enfrenta a los futuros inciertos que Guillermo Pérez Sosto y Mariel Romero plantean en su libro. Entonces, la pregunta es de qué tipo de sujeto político estamos hablando”, dijo el académico. Como especialista en la economía de los sectores populares, Roig expuso sobre cómo una sociología que piensa la economía moral de las multitudes puede contribuir a una reflexión política. Para esto, explicó el papel que tiene la moneda en la sociedad capitalista como el ‘objetivador’ de las jerarquía sociales y dijo que “son los jóvenes los que aparecen en el último eslabón de esa jerarquía”.

A continuación planteó tres hipótesis para pensar el tema de la juventud. La central basada en la idea de una “deuda” que la sociedad tiene con los jóvenes que no acceden al trabajo. “Hoy frente a la precariedad del trabajo, el desempleo y la vulnerabilidad, hay que pensar qué tipo de ‘deuda de vida’ en el sentido en el que lo plantea Marcel Mauss permite fundar los derechos y las obligaciones de este sector. Es decir, si se parte desde la igualdad en las obligaciones, se les debe a ellos el derecho a trabajar. Y esa es una deuda que debe monetarizarse”, explicó. Y concluyó: “Es una pregunta política que se funda sobre una concepción de economía moral y que hay que hacerse”.

A lo largo de la jornada, también expusieron Adriana Clemente, de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, que presentó un estudio sobre pobreza e indigencia en la provincia de Buenos Aires; María Graciela García, de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, docente e investigadora, especialista en adicciones, que habló de un trabajo reciente sobre la relación escuela-territorio; Juan Canavessi y Rodolfo Núñez, del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, que presentaron el Programa Comunidades Vulnerables de la Dirección Nacional de Política Criminal en materia de Justicia y Legislación Penal y hablaron sobre la relación entre inequidad y delito; y Gabriela Agosto, del Observatorio Social, que habló sobre la Ciudad de Buenos Aires y destacó la necesidad de visibilizar la pobreza en territorio porteño, que es donde se da la mayor brecha entre ricos y pobres. La especialista destacó que, aun cuando se suele decir que en Buenos Aires no hay pobres, el 12, 2 % de los porteños de entre 15 y 29 años están en esa categoría. “Además, el desempleo se focaliza en ellos: los promedios se duplican en los jóvenes y los que más lo sufren son los jóvenes pobres”, señaló.

 

Nota actualizada el 19 de octubre de 2012

No están permitidos los comentarios.